La Psicoterapia Cognitivo Conductual (TCC) es una forma de terapia psicológica que se enfoca en los pensamientos y comportamientos del consultante. Se basa en la idea de que nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y comportamientos, y que podemos cambiar nuestros pensamientos y comportamientos para mejorar nuestra salud mental.
se centra en la resolución tangible de problemas cambiando los pensamientos y creencias que generan un malestar emocional y/o una conducta disfuncional. Se vale de una metodología estructurada y científica que utiliza una gran variedad de técnicas e intervenciones basadas en evidencia, fija objetivos específicos y metas alcanzables a corto y mediano plazo para procurar el bienestar del consultante en un lapso razonable de tiempo.
Es psico-educativa debido a que se pretende que el consultante se convierta eventualmente en su propio terapeuta.
Durante el proceso psicoterapéutico se enseñan y se modelan habilidades metacognitivas; tales como el identificar, evaluar y modificar los propios pensamientos disfuncionales.
El proceso psicológico Cognitivo Conductual se realiza en 3 fases:
En esta primera etapa, la evaluación tiene el objetivo de observar y analizar en detalle el problem
a que trae el consultante y todo lo que interviene en él: la historia personal y lo que le ha ocurrido en sus diferentes contextos, sus pensamientos, acciones y principales motivaciones. Al final de esta fase la persona puede obtener una explicación detallada de qué es lo que pasa, por qué, en qué momento lo adquirió y por qué se sigue presentando.
En esta fase se busca adquirir habilidades para enfrentar el problema y mejorar la calidad de vida. Teniendo en cuenta la situación y las particularidades de cada consultante, algunos ejemplos de estas habilidades son: aprender a manejar y expresar emociones, obtener mejores habilidades sociales, generar conductas alternativas y más adaptativas que reduzcan la dificultad, identificar pensamientos automaticos y tomar el control de cómo se interpretan y se manejan las situaciones del entorno.
Por último, el paciente empieza a dejar progresivamente el tratamiento y a evidenciar sus logros, acompañado con una evaluación que monitorea que las estrategias utilizadas en el tratamiento psicológico fueron suficientes y los cambios en la resolución de problemas, modificación de hábitos y la planificación de objetivos concretos, se mantendrán a lo largo del tiempo.
Podemos entender las creencias como mapas interiores que cada persona va configurando según su propio aprendizaje a lo largo de la vida, y que le permiten atribuir significado al mundo. Algunos tipos de creencias muy comunes entre las personas con trastornos depresivos son las distorsiones cognitivas, que son formas distorsionadas y desadaptativas de atribuir significado a nuestro entorno.
Las distorsiones cognitivas más comunes son:
Efectividad en la Terapia Cognitivo Conductual
La psicoterapia cognitivo conductual es el enfoque con mayor respaldo y validez científica en el tratamiento de los trastornos mentales. A diferencia de muchas otras modalidades de psicoterapia la cognitiva conductual muestra un alto grado de efectividad, eficacia y confiabilidad.
La División 12 de la American Psychological Association (La Asociación Americana de Psicología) reconoce a la Terapia Cognitiva Conductual (Cognitive Behavioral Therapy ) como la primera opción en el tratamiento de los siguientes trastornos mentales (para conocer los estudios y ensayos clínicos aleatorizados que demuestran la efectividad de la psicoterapia cognitivo conductual entra al siguiente link https://www.div12.org/diagnoses/)